Por: Celeste Massera y Lucía Jaime
Corría el año 2002 cuando tres amigos se juntaron y construyeron la idea: crear el Centro Psicoasistencial Del Plata. Conocían la actividad y la responsabilidad que requería llevarla a cabo, pero la convicción de poder hacer más por los que adolecen la juventud priorizó el esfuerzo. Hoy la idea es un hecho y los frutos están a la vista. Gabriela Domínguez, Directora de la Institución respondió a Abrir la Radio acerca de la forma de trabajar de sus profesionales y sus objetivos.
“La fundación fue en 2002, éramos tres amigos que deseábamos hacer algo diferente por los chicos, veníamos de trabajar en comunidades terapéuticas donde el abordaje era diferente, más dirigido, donde todos eran iguales. Tenemos la convicción de que el adolescente tiene que ser tratado desde su problemática, más allá de que puedan tener cuestiones similares unos con otros.”
¿Por qué se creó el Centro Del Plata?
“Se creó con el objetivo de que los adolescentes que padecen problemáticas tales como adicciones, violencia, trastornos de personalidad y bipolares encuentren un espacio donde puedan ir formando un proyecto de vida, a partir de sus intereses y se trabajen sus potencialidades, luego de atravesar por un tratamiento de corto tiempo.
En ese momento firmamos un convenio con la secretaría de minoridad, actualmente de promoción y protección de los derechos del niño. Luego empezamos a difundir el tratamiento de boca en boca, por medio de las obras sociales y de otras instituciones.”
¿Qué actividades se realizan en la institución?
“Desde esta institución se realiza un abordaje interdisciplinario, somos varios profesionales que trabajamos en equipo.
Cuando los chicos ingresan al centro son evaluados y personalizamos el tratamiento en base a la necesidad de cada uno. Luego atraviesan por un período de admisión que nos permite realizar un diagnóstico.
Ofrecemos distintos tratamientos, entre ellos el Centro de Día, que funciona de 8.30 a 16.00, consultorios externos y un tratamiento intermedio ambulatorio, donde sólo acuden a terapia.
Los chicos asisten al Centro de Día generalmente a contraturno de la escuela y a dos sesiones de terapia semanales, atención psiquiátrica y médica. Además el cursado de distintos talleres obligatorios, tales como orientación vocacional –para que se interroguen acerca de sus inquietudes e intereses- y educación física. Los talleres optativos son cocina, arte, música, radio y teatro además de algunos talleres temporarios tales como sexualidad, adolescencia, derechos del niño y del adolescente y algunos otros que se incorporen a medida que el grupo los demande.”
¿Quiénes integran el centro?
“El equipo está formado por tres directores: director clínico, médico y terapéutico. Hay un grupo de psicólogos, un psiquiatra, trabajadora social, médico clínico, talleristas y Gladis que es la acompañante terapéutica y quien está cotidianamente con los hicos, es el alma de la casa.
La institución es una asociación civil que tiene un directorio y nos permite funcionar como centro de día. Se trabaja horizontalmente junto con el equipo. Tenemos reuniones periódicas que además enriquecen la interdisciplinariedad. Cada profesional aporta desde su lugar, llegamos a 16 comunes que después ponemos en práctica.
Constantemente tenemos reuniones con las distintas instituciones de las que participan los chicos lo cual refuerza nuestras relaciones interinstitucionales. Sin esto no podríamos hacer nuestro trabajo.”
¿Con qué instituciones se relacionan?
Antes de la modificación de la ley nos vinculábamos con los juzgados de menores. También lo hacemos con los colegios a los que asisten los chicos, los hogares de abrigo. Si están realizando un curso nos vinculamos con ese espacio. Algunos adolescentes provienen de clínicas psiquiátricas, también trabajamos con ellas antes del ingreso y cuando ya están en tratamiento.
¿Qué requisitos deben cumplir los chicos para ingresar al centro?
“Como condición trabajamos con una franja etárea de 14 a 20 años, de ambos sexos. Tenemos un período de admisión que es útil para evaluar si los chicos pueden hacer un tratamiento donde necesiten ser agrupados, es decir, estar con pares.
En el centro de día se les brinda contención, los chicos permanecen varias horas, donde puedan trabajar sus problemáticas, pero a la vez estar con pares, con quienes por una parte se sientan identificados y por otro trabajen sus dificultades con ellos.
Por esto existe un grupo terapéutico que funciona una vez a la semana, donde se trabaja qué cosas les pasan acá, dentro del centro, con sus compañeros, con el equipo, y de alguna manera en este grupo reducido pueden reflejarse cuestiones que les ocurre por fuera de la institución.”
¿Cuáles son las problemáticas más frecuentes de los chicos?
“Las problemáticas son muy diversas. En general son sociales, donde están vulnerados sus derechos. No trabajamos con retrasos mentales moderados o severos, ni patologías psiquiátricas graves. Asistimos a jóvenes que padecen trastornos de personalidad, de alimentación, violencia, adicciones, problemas vinculares, entre otros diagnósticos.
Podemos tratar a chicos que salen de una clínica psiquiátrica y tuvieron algún problema de descompensación psicótica y que cuando ingresan están compensados. Evaluamos desde donde podemos abordar el caso, si estamos capacitados para hacerlo y de no ser así lo derivamos a quienes creemos que pueden ayudarlos.
Trabajamos con la red vincular de los chicos, algunos tienen familia directa, otros no, y vemos con quiénes de sus vínculos podemos comunicarnos para que los acompañen; no se puede realizar un tratamiento con un adolescente si no se realiza con referentes que lo puedan apuntalar por fuera de la institución.
Cuando se presentan conflictos, la idea es no separar al adolescente de la realidad en la que vive y a partir de ahí trabajamos. Nuestro objetivo es claro: que los chicos mejoren su calidad de vida.”
Corría el año 2002 cuando tres amigos se juntaron y construyeron la idea: crear el Centro Psicoasistencial Del Plata. Conocían la actividad y la responsabilidad que requería llevarla a cabo, pero la convicción de poder hacer más por los que adolecen la juventud priorizó el esfuerzo. Hoy la idea es un hecho y los frutos están a la vista. Gabriela Domínguez, Directora de la Institución respondió a Abrir la Radio acerca de la forma de trabajar de sus profesionales y sus objetivos.
“La fundación fue en 2002, éramos tres amigos que deseábamos hacer algo diferente por los chicos, veníamos de trabajar en comunidades terapéuticas donde el abordaje era diferente, más dirigido, donde todos eran iguales. Tenemos la convicción de que el adolescente tiene que ser tratado desde su problemática, más allá de que puedan tener cuestiones similares unos con otros.”
¿Por qué se creó el Centro Del Plata?
“Se creó con el objetivo de que los adolescentes que padecen problemáticas tales como adicciones, violencia, trastornos de personalidad y bipolares encuentren un espacio donde puedan ir formando un proyecto de vida, a partir de sus intereses y se trabajen sus potencialidades, luego de atravesar por un tratamiento de corto tiempo.
En ese momento firmamos un convenio con la secretaría de minoridad, actualmente de promoción y protección de los derechos del niño. Luego empezamos a difundir el tratamiento de boca en boca, por medio de las obras sociales y de otras instituciones.”
¿Qué actividades se realizan en la institución?
“Desde esta institución se realiza un abordaje interdisciplinario, somos varios profesionales que trabajamos en equipo.
Cuando los chicos ingresan al centro son evaluados y personalizamos el tratamiento en base a la necesidad de cada uno. Luego atraviesan por un período de admisión que nos permite realizar un diagnóstico.
Ofrecemos distintos tratamientos, entre ellos el Centro de Día, que funciona de 8.30 a 16.00, consultorios externos y un tratamiento intermedio ambulatorio, donde sólo acuden a terapia.
Los chicos asisten al Centro de Día generalmente a contraturno de la escuela y a dos sesiones de terapia semanales, atención psiquiátrica y médica. Además el cursado de distintos talleres obligatorios, tales como orientación vocacional –para que se interroguen acerca de sus inquietudes e intereses- y educación física. Los talleres optativos son cocina, arte, música, radio y teatro además de algunos talleres temporarios tales como sexualidad, adolescencia, derechos del niño y del adolescente y algunos otros que se incorporen a medida que el grupo los demande.”
¿Quiénes integran el centro?
“El equipo está formado por tres directores: director clínico, médico y terapéutico. Hay un grupo de psicólogos, un psiquiatra, trabajadora social, médico clínico, talleristas y Gladis que es la acompañante terapéutica y quien está cotidianamente con los hicos, es el alma de la casa.
La institución es una asociación civil que tiene un directorio y nos permite funcionar como centro de día. Se trabaja horizontalmente junto con el equipo. Tenemos reuniones periódicas que además enriquecen la interdisciplinariedad. Cada profesional aporta desde su lugar, llegamos a 16 comunes que después ponemos en práctica.
Constantemente tenemos reuniones con las distintas instituciones de las que participan los chicos lo cual refuerza nuestras relaciones interinstitucionales. Sin esto no podríamos hacer nuestro trabajo.”
¿Con qué instituciones se relacionan?
Antes de la modificación de la ley nos vinculábamos con los juzgados de menores. También lo hacemos con los colegios a los que asisten los chicos, los hogares de abrigo. Si están realizando un curso nos vinculamos con ese espacio. Algunos adolescentes provienen de clínicas psiquiátricas, también trabajamos con ellas antes del ingreso y cuando ya están en tratamiento.
¿Qué requisitos deben cumplir los chicos para ingresar al centro?
“Como condición trabajamos con una franja etárea de 14 a 20 años, de ambos sexos. Tenemos un período de admisión que es útil para evaluar si los chicos pueden hacer un tratamiento donde necesiten ser agrupados, es decir, estar con pares.
En el centro de día se les brinda contención, los chicos permanecen varias horas, donde puedan trabajar sus problemáticas, pero a la vez estar con pares, con quienes por una parte se sientan identificados y por otro trabajen sus dificultades con ellos.
Por esto existe un grupo terapéutico que funciona una vez a la semana, donde se trabaja qué cosas les pasan acá, dentro del centro, con sus compañeros, con el equipo, y de alguna manera en este grupo reducido pueden reflejarse cuestiones que les ocurre por fuera de la institución.”
¿Cuáles son las problemáticas más frecuentes de los chicos?
“Las problemáticas son muy diversas. En general son sociales, donde están vulnerados sus derechos. No trabajamos con retrasos mentales moderados o severos, ni patologías psiquiátricas graves. Asistimos a jóvenes que padecen trastornos de personalidad, de alimentación, violencia, adicciones, problemas vinculares, entre otros diagnósticos.
Podemos tratar a chicos que salen de una clínica psiquiátrica y tuvieron algún problema de descompensación psicótica y que cuando ingresan están compensados. Evaluamos desde donde podemos abordar el caso, si estamos capacitados para hacerlo y de no ser así lo derivamos a quienes creemos que pueden ayudarlos.
Trabajamos con la red vincular de los chicos, algunos tienen familia directa, otros no, y vemos con quiénes de sus vínculos podemos comunicarnos para que los acompañen; no se puede realizar un tratamiento con un adolescente si no se realiza con referentes que lo puedan apuntalar por fuera de la institución.
Cuando se presentan conflictos, la idea es no separar al adolescente de la realidad en la que vive y a partir de ahí trabajamos. Nuestro objetivo es claro: que los chicos mejoren su calidad de vida.”